Naranjas

El Gato Naranja

gato naranja

Si pensamos en un gato naranja nos viene a la mente automáticamente Garfield, ese gato de dibujos animados de los años 90, cínico pero adorable a la vez, que no dejaba de meterse con su dueño y buscar estar tranquilo y comer lasaña, su comida favorita. Redondo, naranja, con rayas, de mirada tierna con la que siempre consigue lo que quiere, y un comportamiento muy peculiar.

Lo curioso es que Garfield no es sólo una invención para una tira cómica de dibujos, sino que está inspirado en una raza de gatos de la vida real: el gato atigrado naranja, que es el más introvertido y “especial” de todos los animales domésticos.

El gato atigrado naranja (también conocido como orange tabby) no es que sea una raza concreta de gato, sino que es un patrón de color que puede darse en varias razas de felinos. La característica principal es su pelaje a rayas de un color naranja un poco más oscuro que el resto de su pelaje, presentando líneas en el rostro y alrededor de los ojos y una forma de letra M en su frente.

Este aspecto que nos recuerda a un tigre, parece que les aporta también un carácter atigrado porque son gatos muy ariscos que necesitan ser socializados desde muy pequeños cogiéndolos en brazo y demostrándoles mucho cariño para que a medida que vayan creciendo, tomen confianza y se sientan a gusto con los humanos. Hasta ese momento, no pueden ser separados de su madre. Esto ocurrirá después de las 8 semanas de nacidos cómo mínimo. En esos primeros dos meses de vida, aprenderá junto a su madre y hermanos, todo lo necesario para ser “gato”: como mantenerse limpio, la fuerza de la mordida, cómo jugar…

Es un tipo de gato que una vez adaptado a convivir con humanos, le encanta jugar y es ideal para tener en casa con niños.

Si tenemos en nuestro hogar uno de estos gatos, descubriremos un animal de compañía independiente y curioso y que así como es el personaje de Garfiel de inteligente, “comodón” y glotón, será nuestro gato atigrado naranja y llegará a ser una fiel compañía.