Naranjas

Pavo relleno de gajos de mandarina, almendras y ciruelas pasas

Pronto llegarán las navidades y las copiosas comidas tanto para Noche Buena, como para Navidad, Año Nuevo o Reyes y es necesario ir recopilando ideas para cocinar algo especial para esas fechas.

Hoy os dejamos esta fácil y económica receta que además de resultar un plato vistoso y especial, es muy sana, libre de grasas y colesterol, ideal para todos los miembros de la familia.

Para hacer este pavo relleno, necesitamos:

Compra un pavo entero o pechugas o muslos que suelen vender en bandejas.
Una vez que tengas la carne, busca:
1 cebolla.
2 dientes de ajo.
Ciruelas pasas sin hueso.
Almendras peladas
Mandarinas.
100 ml de vino blanco.
½ l de caldo de ave.
Aceite de oliva.
Zumo de mandarina con 10 gr.de harina disuelta
Sal y pimienta.

Las piezas de pavo las deshuesamos y las salpimentamos al gusto y reservamos en una bandeja. En el caso de comprar pechugas de pavo solamente, no tendremos evidentemente, que deshuesarlas.

Cogemos las mandarinas, las pelamos y separamos los gajos quitándole las pepitas.

Troceamos las almendras pero sin picarlas, sino dejándolas en trozos fáciles de comer.

Ahora, abrimos las piezas del pavo y las rellenamos con una “camita” de mandarinas sobre las que pondremos las ciruelas y las almendras. Cerramos las porciones y las atamos con una cuerda.

En una cazuela, hacemos un sobrito con la cebolla cortada en juliana y los ajos bien picados y le añadimos los trozos rellenos de pavo para que se doren bien por todas sus caras. Ponemos el vino blanco y lo dejamos hacerse todo a fuego lento durante una hora aproximadamente.

Cuando esté la carne cocida, la retiramos de la cazuela y reservamos aparte.
Añadimos a lo que ha quedado en la cazuela, el caldo de ave y el zumo de la mandarina con la harina disuelta que le dará espesura a la mezcla, salseamos al gusto. Dejamos que se cocine hasta que espese y colamos.

Al servir podemos repartir en cada plato la porción de pavo rociada con esta salsa de mandarina que hemos obtenido y colocar el resto de la salsa en una salsera en el centro de la mesa para quien guste echarse más.