Naranjas

El Niño de la Naranja de Vincent Van Gogh

El Niño de la Naranja de Vincent Van Gogh

En estos días de tantas fiestas en las que los niños son los verdaderos protagonistas de todos los actos y los responsables principales de que nuestros bolsillos queden temblando después del 6 de enero, estaba pensando en qué compartir con vosotros para esta semana en este espacio virtual y recordé este genial cuadro: “El Niño de la Naranja” (también llamado “El Niño con Naranja”).

Me puse a pensar en lo que me trasmitía esa criatura de finales del siglo XIX con esa apetitosa naranja entre sus manos y ese mismo reflejo naranja en sus mejillas, y vi que podría ser tanto una escena como un niño cualquiera del siglo XXI.

Hoy en día regalamos a nuestros hijos móviles, tablets, juguetes de complejos mecanismos pero seguimos necesitando el aire puro de un campo de flores y una buena alimentación que incluya frutas y verduras, para que sea un niño sano y fuerte, igual que el siglo XIX.

Pocas cosas fundamentales cambian con los años y las cosas auténticas permanecen inalterables en el tiempo como son las obras de arte del magistral e irrepetible pintor neerlandés Vincent Van Gogh (1853-1890).

Vincent Van Gogh pintó este cuadro en Auvers, Francia, en el año 1890 poco antes de su muerte causada por una profunda depresión que le llevaría a quitarse la vida.

En su repertorio artístico hay muy pocos retratos infantiles y este refleja una escena apacible y alegre en la que el niño de cara sonrosada coge una naranja en sus manos como si de un divertido juguete se tratase.

En esa época en el poblado de Auvers, se acostumbraba a vestir tanto a niños como a niñas pequeños, con vestidos, de ahí que este retrato parezca ser de una pequeña mientras en realidad, retrata al niño Raoul Levert, de tan sólo 2 añitos, hijo de un gran amigo y colaborador de Vincent.

La idea de la escena del niño con apariencia de sano y fuerte en medio de un campo y jugando con una naranja, responde a la obsesión que el autor tenía con que vida en la gran ciudad era perjudicial sobre todo para los más pequeños.

Hay que decir que en el arte impresionista y post impresionista, los colores vivos y los contrastes fuertes son fundamentales y en repetidas obras vemos tanto fondos como elementos de color naranja que no nos dejan indiferentes y que en lo sucesivo os iré mostrando.